¿Fitosanitarios o remedios caseros?
Seguro que es una pregunta que os
habéis hecho en alguna ocasión. Sobre todo los neófitos de la jardinería. Resulta
un tanto contradictorio hablar de un huerto o de un jardín ecológico si al
primer pulgón que avistamos, lo duchamos con un insecticida. Pero lo cierto es
que el uso de fitosanitarios no es algo que se deba tomar a la ligera, ni tan
siquiera los de tipo “doméstico”
Pérfidos pulgones escondidos en el envés de una hoja de hiedra |
Una de las maravillas de cultivar
tus propias frutas y hortalizas es que te aseguras, además de un sabor
incomparable, que no vas a ingerir ni un microgramo de veneno en lo que
comes. Pues bien, esto es algo utópico y como todo en la vida hay que buscar el
equilibrio.
No fumigar o usar remedios
caseros, implica una serie de sacrificios. Unos frutos serán grandes, otros
pequeños, algunos deformes, o con un agujero que albergue una tijereta. Además
de esto, debéis contar con el esfuerzo físico, pues prescindir de
fitosanitarios requiere mayor cuidado y atención de las plantas, seguir
técnicas como el bancal profundo, podas mas rigurosas y abonados mucho mas
intensos.
Técnica de bancal profundo para mejora del suelo y prevención de enfermedades |
Algunos naturalistas como John Seymour,
a quien os recomiendo encarecidamente que leáis, aboga por los cultivos
naturales sin pesticidas. Y en esencia son posibles, pero no productivos. Al
margen de eso, las plantas ornamentales, requieren casi sistemáticamente de un seguimiento de plagas y control mediante fumigaciones, si de verdad queremos disfrutar de ellas en todo su
esplendor.
Y ¿cómo combatimos las plagas de
insectos y hongos? Pues con sentido común, buenos alimentos y ante todo mucha
precaución y comedimiento en el uso de pesticidas.
El sentido común y los remedios caseros
La formación de distintos tipos de
hongos en nuestras plantas, se puede evitar por ejemplo no regando en las horas
de máximo calor, dejando los riegos para la tarde o la noche.
Muchos de los insectos que parasitan
nuestras plantas y hortalizas, suelen ser el alimento de muchos otros. Por
ejemplo, pulgones y gusanos minadores son el alimento de mariquitas, tijeretas,
avispas y pájaros, por lo que antes de aplicar un tratamiento conviene observar
y esperar que el ciclo natural siga su curso.
Una planta bien alimentada es una
planta potencialmente mas sana. Un aporte de los tres elementos básicos en el
desarrollo de los vegetales, nitrógeno (N), fósforo (P), y calcio (Ca), así como de materia orgánica a través de
mantillos y humus reducen la probabilidad de que nuestras plantas enfermen. Por ejemplo esta hortensia con clorosis, si no es tratada a tiempo con quelatos de hierro empezará a perder hojas y tendrá una floración pobre o inexistente:
Hortensia con clorosis |
Mantener limpias nuestras
herramientas y desinfectarlas si hemos cortado plantas enfermas es fundamental.
Así como utilizar cicatrizantes tras las podas reduce el riesgo de infección
por hongos.
El uso de pesticidas caseros como
puede ser la nicotina, o la maceración de ortiga, personalmente me parece una
solución inútil, engorrosa y compleja, puesto que aunque encontremos fórmulas magistrales
en internet, nunca sabremos si estamos usando una dosis correcta, o por el
contrario nuestro caldo es altamente fitotóxico.
Usando fitosanitarios
Una vez mas quiero insistir, el
uso de estos productos es algo MUY PELIGROSO. Tanto es así que en breve os
dejaré otro post sobre cómo fumigar correctamente y qué precauciones tomar.
Fumigar sistemáticamente o
siguiendo unas pautas concretas, no vale de nada. Me explico, hacer todos los
años a finales de febrero (como hace mi suegro) una fumigación del seto con
Aliette (fungicida sistémico específico para coníferas), si éste no está
infectado no vale para nada. Es mas, probablemente debilitaréis a la planta
fumigada volviéndose ésta vulnerable a una posible infección un mes mas tarde,
cuando empiece a hacer calor tras una tormenta primaveral.
Roya en Dasiphora Fruticosa (potentilla)
Dicho esto, llega un momento en el
que todo jardín precisa ser fumigado, cuando la colonización de insectos,
ácaros u hongos pone en peligro nuestras plantas. DEBEIS OBSERVAR VUESTRAS PLANTAS. Un seto de arizónica con araña
roja, unas calabazas con mildiu, los siempre odiados pulgones que arrugan las
hojas de nuestros frutales, la roya y el oidio que destrozan nuestros rosales,
al final acaban necesitando un buen caldo. Si tenéis dudas sobre cómo fumigar u os da miedo hacerlo no dudéis en consultar a un profesional.
Oidio en rosales |
Pero si os animáis, antes de
poneros manos a la obra informaos bien en vuestro centro de jardinería o tienda defitosanitarios sobre qué producto utilizar y cómo. Existen infinidad de ellos,
muy específicos y eficaces.
Tened en cuenta que para la adquisición
de venenos de tipo profesional habéis de estar en posesión del carne de aplicador
de productos fitosanitarios básico, en el caso de uso en un jardín particular, o profesional si para aplicaciones en otros jardines.
La principal diferencia entre un
veneno de uso doméstico o uno de uso profesional, suele ser la concentración de
determinados principios activos. Y
por tanto como es lógico su efectividad. Muchos pensareis que entonces la
solución es echar mas cantidad. Si os dais cuenta he dicho de “determinados” principios activos, con
lo cual un aumento de la proporción de producto en el caldo puede convertirlo
en fitotóxico y además de acabar con el pulgón de turno, segar la vida de
vuestras plantas. Así que ceñiros a las indicaciones de los productos.
Espero haberos aclarado algo sobre
qué tipo de cuidado fitosanitario realizar en vuestro jardín, pero si aún
tenéis dudas, podéis planteármelas sin ningún problema
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