Las habas

Desatendiendo el sabio consejo de mi cuñada, voy a publicar dos entradas en el mismo día, pues si bien estoy totalmente de acuerdo con ella en que debo ir poco a poco en vez de daros toda la información de golpe, creo que os he tenido demasiado tiempo abandonados, y os merecéis las habas! Por otro lado, y dado que la primavera se acerca con rapidez, no puedo dejar por mas tiempo este post, asi que allá vamos.

"Es más tonto que una mata de hablas". Si algo tienen los dichos populares es que la mayor parte de las veces  son ciertos y este se cumple! Un buen cultivo para no dejar la huerta triste y abandonada en Invierno son las habas. De hecho,  aunque un poco tarde, aún estáis a tiempo para plantar unas habas. 

Es muy sencillo, esparcís las habas a lo largo del bancal (generalmente parafinadas) en grupos de tres o cuatro separadas unos 25 a 30 cm unas de otras y las hundís en el suelo con el pulgar un par de centímetros. Y al igual que los ajos no tenéis más que esperar. Es posible que sí el invierno resulta seco tengáis que ayudarlas con algún riego matutino, pero por regla general con la humedad del suelo y las lluvias invernales  y primaverales, será suficiente.

En unas tres semanas empezaréis a ver los brotes verdes aparecer en el suelo y posiblemente en dos o tres meses (en función de lo cálido que resulté el invierno) tendréis las primeras vainas.

Técnicamente eso es todo. A eso se reducen las habas, sembrar y recolectar. Ni repicar, ni capar, ni entutorar, ni nada más, es por eso que resulta un cultivo muy agradecido para el hortelano iniciado.

En la primavera avanzada, probablemente se cuajarán de pulgones, pero para el poco tiempo que les queda de producción no suele resultar interesante aplicar ningún fitosanitario, es mejor arrancarlas cuando ya no tengan más vainas o las que queden no sean aprovechables y echarlas al montón de compost.

Ya habéis visto que fácil resulta así que sí aún no las habéis probado, ¿a que estáis esperando?.